Conocimientos lumínicos
Una iluminación completamente integrada y perfectamente planificada es un apoyo fundamental para la puesta en escena y establece las directrices principales que guían el recorrido del cliente. La evolución del sector minorista de la alimentación en los últimos años muestra claramente que la disponibilidad y la información ejercen una influencia cada vez menor en la realización de una compra determinada.
Cuando el cliente busca un producto, sea este corriente o inusual, recibe rápida y fácilmente información sobre ofertas a escala suprarregional que generalmente están ligadas a métodos sencillos para completar la venta directamente por medios electrónicos. El cliente ya no debe abandonar prácticamente sus cuatro paredes para ir de compras. Pero ¿cómo puede el pequeño comercio de la alimentación hacer que el cliente se levante de su sillón? Con el fin de responder a esta pregunta y poder seguir existiendo en el futuro, el sector minorista alimentario debe redefinir y ampliar sus competencias. Debe entenderse a sí mismo como una especie de consejero de confianza que presenta la información y la disponibilidad de los productos de un modo auténtico y a la vez estimulante para los sentidos. El simple hecho de comprar debe transformarse en toda una experiencia que comunique y ponga de relieve la mayor valía de las tiendas de alimentación en comparación con las ofertas de comercio electrónico. En este terreno existen múltiples posibilidades eficaces para destacarse de las tiendas online, las cuales son todas muy similares. ¿Cuándo se siente el cliente invitado? ¿Cómo percibe la puesta en escena de los artículos? ¿Permanece a gusto en la tienda? La luz puede contribuir decisivamente a dar respuesta a todas estas preguntas. La importancia de la iluminación ha aumentado grandemente, y lo seguirá haciendo en el futuro. Desde hace bastante tiempo, los principios de iluminación originales –copiados de la iluminación de almacenes y orientados hacia una luminosidad uniforme– ya no satisfacen los requisitos actuales de las tiendas de alimentación. Los progresos técnicos de los últimos años han hecho posible obtener calidades de luz totalmente nuevas que difícilmente pueden evaluarse con factores clásicos como la potencia en vatios. La mera comparación de los datos técnicos de distintas lámparas –sin valorar físicamente la calidad creativa de la luz– se ha quedado anticuada.
Una buena iluminación determina si el carnicero de la esquina nos mira con ojos brillantes y llenos de confianza o se funde con el color rosado de su escaparate. Una buena iluminación incrementa la durabilidad de los artículos, promoviendo así la sostenibilidad y la rentabilidad. Una buena iluminación presenta todos los productos en colores armoniosos y bien contrastados, evitando que queden sumergidos en una masa informe y homogénea. La luz de una tienda es el impulso decisivo para la puesta en escena de los artículos en los ojos del cliente. Por eso, una solución de iluminación efectiva y duradera precisa siempre de una experiencia interdisciplinaria capaz de analizar por completo, diseñar e integrar desde el principio cada esquema de aplicación en su correspondiente entorno. Porque una buena iluminación no solo es eficiente, sino también efectiva.
La luz de Navo genera reflejos adicionales sobre las superficies de cristal. Debido a que con Navo la luz proviene de una fuente de luz puntual y no de una banda de luz continua, la estructura y la profundidad de los productos resultan mucho más naturales. La luz que penetra el cristal se refleja y refuerza este efecto. El resultado son colores brillantes con texturas nítidas y una profundidad impresionante.