Conocimientos lumínicos

La zona de estanterías

Para que la luz pueda desplegar en el espacio toda su fascinación y su efecto potenciador de la venta, debe utilizarse con delicadeza, estar bien planificada y orientarse adecuadamente. Cada grupo de productos posee características propias y tiene sus propios requisitos en lo referente a la reproducción cromática, la plasticidad, la brillantez, el contraste y la protección de los artículos.

Los pasillos principales y secundarios son mucho más que el camino más corto entre las presentaciones de productos: son la zona del cliente propiamente dicha y conectan al comprador con la tienda. Ellos dictan los diversos capítulos de la “historia de compras”, y tienen el poder de controlar las pausas y las velocidades de su narrativa. Las zonas de paso son también puntos de encuentro sociales, por lo que han de estar iluminadas adecuadamente.

La mayoría de proyectos de planificación luminotécnica satisfacen los requisitos más básicos: hacer que los artículos sean visibles para el cliente y garantizar una orientación segura en la sala. Sin embargo, no es tarea fácil poner en escena grupos de productos muy distintos con la luz óptima en cada caso.

Al mismo tiempo, el esquema de iluminación completo debe estar adaptado al itinerario del cliente final por el espacio de venta. Cada zona de artículos constituye un capítulo propio de la experiencia de compra global, por lo que debe ponerse en escena adecuadamente, optimizarse para ofrecer al comprador la mejor calidad de permanencia y analizarse desde el punto de vista de la posible interacción social.

La siguiente aplicación muestra los distintos enfoques de iluminación posibles en una zona de paso, y también ilustra los distintos efectos y ambientes que pueden obtenerse con el uso de nuestras luminarias.

Las zonas de paso tienen el poder de controlar las pausas y las velocidades.

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