La zona de entrada es una especie de «página en blanco» que despierta numerosas reacciones instintivas. Además de las respuestas de miedo y huida, en ella se activan otros patrones de reacción, tales como la curiosidad y el sentido de identidad. En las tiendas, una identidad visual inequívoca que los clientes puedan reconocer y con la que se puedan identificar es algo que les atrae poderosamente y que fomenta una conexión más profunda con ellas. La zona de entrada asume el papel de un embajador de la marca que dirige a los clientes conscientemente hacia el interior de la tienda y genera reacciones a nivel emocional.
En los diseños luminotécnicos actuales tiende a utilizarse gran cantidad de luz en la zona de entrada para lograr un efecto impresionante. No obstante, esto puede hacer que los clientes nuevos se sientan como los actores principales en un escenario, mientras las demás zonas permanecen en la sombra.
Eso es algo que se contradice con las necesidades naturales de los clientes, quienes no desean convertirse de inmediato en el foco de atención, sino pasar inadvertidos y poder ver adecuadamente a las demás personas.
Cada sector –ya se trate de automóviles, alimentación, moda, salud y belleza o tiendas de hogar y decoración– posee características especiales derivadas del tipo de productos específico y del grupo de personas al que va dirigida su estrategia. Póngase en contacto con nosotros. Le asesoraremos con mucho gusto.